martes, 14 de julio de 2015

BODEGÓN DE LOS SOLITARIOS













Hay un viejo bodegón
perdido en el bajo fondo
donde anudan su dolor
los hombres que viven solos.

Te la chamuyan tendido
si se la dan de filósofos,
pa’ ellos la vida es un libro
al que lo leen muy pocos.

Como en la letra del tango
hay suicidas y sabiondos;
los primeros son un caso:
se amasijan con oporto.

Si alguna buscona entra
no liga ni pa’ los fósforos,
tira el lente y se da cuenta
que con estos se va al bombo.

Corren los vasos de caña
como agua tirada a un pozo,
así su tristeza tapan
los hombres que viven solos.

Esa tristeza que es tren
que pasa y se lleva a todos
los hombres que nunca ven
¡sus ojos vistos por otros!




viernes, 10 de julio de 2015

EL RAY DEL ESPIANTE


















Che, juná este funyi camba
y este lengue compadrito,
juná esta pinta maleva
y este escracho de mocito.

Juná mi acento canyengue
y mis timbos al andar,
yo soy el ray del espiante
y me debés respetar.

No existe ningún botón
que pueda fletarme en naca
sin que luego por las calles
embroque otra vez mi raca.

Yo soy el ray del espiante,
juná y respetá el cachet,
¡si hasta me respeta el mismo
Ovidio José Bianquet!













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Ovidio José Bianquet (1885-1942) fue el nombre verdadero del legendario bailarín de tango llamado El Cachafaz.

  

martes, 7 de julio de 2015

EL ANGELITO














Apoyada la ñata contra el vidrio
su carita la iba de careta
donde rotos, igual que farolitos,
parecían sus ojos por la pena.

Pantalones gastados, viejos timbos
y una gorra tapándole las crenchas;
era un ángel sin alas y perdido…
Era un pibe, no más de seis miserias.

Le hice un gesto que vieron sus ojillos
y se entró al cafetín sin darse rienda;
se sentó a mi costado, muy tranquilo,
deteniendo sus ojos en la mesa.

Al mesero llamé y, cuando se vino,
le pedí que sirviera pan, manteca,
mucha leche caliente en un jarrito
y también que trajese servilletas.

Y después de zamparse lo servido
como agua que chupan las arenas,
¡le volvieron las alas al cuerpito
y sus ojos brillaron como estrellas!


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Ojalá que los pobres y los ricos
como hermanos alguna vez se vuelvan
porque el hambre no sabe de distingos
¡y andan ángeles pibes en la tierra!