viernes, 20 de marzo de 2015

SABÍAMOS















Sabíamos que alguna vez sería,
pero nunca estimábamos que pronto,
la vimos alejarse entre sollozos
mientras iba detrás del policía.

Toda la vecindad se lo temía,
él era un atorrante y un mafioso,
siempre llevaba el sábalo un bufoso
allí donde el bolsillo se expandía.

Todo el que a hierro mata, a hierro muere,
por algo ya lo bate ese refrán,
de igual modo acabó el lugarteniente
del tristemente célebre Galván.

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