sábado, 18 de abril de 2015

MIREYA


















Es una piba decente
la renombrada Mireya,
(y no se piensen que es ella
la del famoso gotán);
sino porque son sus ojos
de una belleza exquisita,
una cosa jamás vista
y muy digna de mirar.

Su macho es un compadrito
que jamás trató a mujeres,
y por eso pienso a veces
que será ciego el amor.
La piba está encamotada
de semejante malevo
que nunca contempló el cielo
siquiera pa’ ver el sol.

En asunto de quereres
no sé quién lo rige todo,
pero, ¡la pucha, si lloro
viendo a la piba reír!
¡Quién lo hubiera imaginado,
tan extraña situación
sólo cabe en la noción
de quien no tiene magín!

Pobrecita la Mireya,
viviendo así, enamorada,
de alguien que no vale nada,
ni siquiera un patacón.
Yo no concibo la idea
de que el malevo la ame,
pero para qué quejarse
¡si a eso le llaman amor!



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